REGRESANDO A LO BÁSICO

REGRESANDO A LO BÁSICO

¿Cómo yo voy a saber lo que esta alterado en la Toráh y cuánta religión está metida en ella?

¿Vale la pena leerla? ¿Estudiarla? Claro que sí, pero teniendo en cuenta lo que explicaré a continuación.

Jeremías Yermiyahu 8:8 habla de la pluma mentirosa de los escribas. Este versículo lo han utilizado los religiosos para tomar lo que les conviene, pero no es menos cierto que la Toráh se ha cambiado mucho, pues cuando se quemó en el Templo – Mikdash de Salomón – Shlomo luego se reescribió por los escribas de Babilonia – Bevel y ahí entraron conceptos muy religiosos.

Además después de traducirla, se le agregaron ideas religiosas y humanas, que le quita todo el sentido.

También se le omitió muchísimos escritos que perjudicaban a las tradiciones Judías, que para ellos eran tan importante como los escritos. No podemos obviar tampoco otros escritos religiosos que van en la misma línea, como siempre alterados, pero su esencia es la misma.

Además el lector tiene que afinarse al concepto espiritual de la Toráh y está escrita en la naturaleza y en nosotros, en cada una de nuestras fibras y también en varios escritos diseminados que no se han puesto en la Toráh o en los escritos.

Primero tenemos que ver.

¿Quién es Dios?

¿Y qué es Él?

¿Quiénes somos nosotros?

Segundo

¿Qué es el propósito?

¿Qué es el amor?

¿Qué es la vida?

¿Qué es la luz? y ¿qué es la paz?

Basados en estos siete principios no tendremos dificultad en saber que es genuino y que es espuro.

Tenemos que partir de las premisas, que Él es un ser y un cuerpo múltiple que lo abarca todo y que está en todo y que todo es Él. Que de Él emana todo, abarca todo y es todo.

TODO TIENE PROPOSITO, AMOR,  VIDA,  LUZ Y PAZ. (RATZON, AHAVH, JAYIM, OR, SHALOM)

Y que nosotros somos emanados de Él, y somos Él en su expresión en los diferentes niveles.

Por lo tanto siempre hemos existido, primeramente en Él y al ser emanados en su expresión.

Por ende somos Él en una expresión en el nivel que nos proyectamos, además somos el canal por el cual Él actúa.

Y así depende de los diferentes seres que se manifiestan en los múltiples niveles. Por eso hemos existido en millardos de niveles, vidas y expresiones.

Eso está escrito, pero no traducido por los hombres o traído a la luz.

No se ha traducido que los Elohim o Arquitectos según Proverbios – Mishley 8 y 9 y en Génesis – Bereshit fueron quienes traicionaron a los Adam y quienes han mantenido a la humanidad en tinieblas. Es arriba donde está el problema, no solamente abajo.

No se ha traducido que muchos de los Metatrón que vinieron a enseñarnos y a ayudarnos se enseñorearon de nosotros usándonos para sus caprichos y para su beneficio y esto les ha costado empezar en otros niveles inferiores. El libro de Enoc – Janoj y el de Judas – Yahudah 6 lo dice, además está en Ezequiel Yejezqel 34.

Cuando partimos de las premisas de que Él es un todo y que está en nosotros. Tenemos que entender que no hay mandamientos ni castigo.

Si está en nosotros no se puede mandar a sí mismo. Ni aun castigarse a sí mismo. Él no es masoquista o verdugo.

Los mandamientos son instrucciones o manuales o una guía de como podemos sobrevivir, pero nunca fueron hechos para quitarnos la libertad de hacer las cosas, ni mucho menos sino los cumplimos recibiremos castigo. Ni seremos cortados del pueblo, esto es imposible.

Tú me traerás el argumento del olivo silvestre que es cortado y después reinsertado. Claro esa traducción no es así.

El olivo o Netzer retoño sin cultivo que fue cultivado de nuevo, se está refiriendo a nosotros Efraim que la religión Judía y Cristiana nos quitó  la identidad y ahora la estamos encontrando.

Entendamos una cosa, que somos una pieza en la maquinaria del universo y que en nosotros está programada, en nuestra vida la función que hemos de hacer y si no la hacemos nos traerá consecuencias a nosotros y a los demás y que al no realizar las cosas tendremos que hacerlas de nuevo.

Toda vida tiene integrada el propósito, el amor la vida la luz y la paz y esa es nuestra naturaleza y además no somos copias, somos únicos, somos incopiables, por la razón de nuestra función en el orden simbiótico del todo y en todo.

Somos piezas de un Partzuf o espaldas del todo. Por eso a Moshe se le dijo que sería parte de la espalda y no del frente.

La espalda es acá donde estamos proyectándonos y cuando todos nos engranemos se verá el frente.

No existe el castigo.

¿Existe Réga o rectificación?

Y en Réga los pasos son: encarnación, reencarnación y transmigración. Me estoy refiriendo a este nivel. Esto se quitó de la Toráh también.

Las Moadim son festividades y festividades son los ciclos marcados en la rueda de la vida, en los cuales podemos hacer conexiones, correcciones y así recibir el engrase en el engranaje de la vida, para que ésta rueda pueda hacer su función. En otras palabras, terminación de ciclos para empezar otros.

El castigo no existe, es oportunidad de corrección o Tikún reciclaje. El infierno  (Gehenna o basurero) no existe Él estaría  allí. (Pero Él está en la basura y se puede reciclar).

El cielo (Traducido de Uranos un planeta o Dios falso), tampoco se puede traducir de Samayim  que quiere decir los dos elementos de arriba, que combinados con los elementos de abajo se produce lo material,  tierra, aire, fuego y agua. El cielo no existe, por lo tanto no existe, no es un sólo lugar, es Toledot  los millardos de familias del Olam.

La otra palabra es Tzevaam, es más general, son los seres que habitan en los múltiples universos, en múltiples expresiones, no lo tradujeron correctamente.

No se ha tenido en cuenta que somos parte de ese cuerpo universal único, que somos Él, en expresión. Y que somos portadores de su amor su vida, su luz, su paz (Ahaváh, Jayím, Or, Shalom) y que somos la manifestación de su rostro en este nivel.

Si tenemos en cuenta estas premisas, podremos ver claramente  lo que está bien en la Toráh y lo que no está bien y lo que omitieron.

Dr. Pedro Ortiz El Maestro Mensajero de Luz.

4 de Julio del 2013.

Mensajerodeluz.com