DONDE HAY LUZ HAY VIDA

Vida –Jayím- es movimiento pues es un sustrato que ya existe y se llama transformación, pues todo está relacionado entre sí, varia en intensidad en realidad, convivimos en ciclos o eternidades procedentes de un todo armónico, El Gran Todo.

La Luz -Or- es el reino de la vida –Jayím- .

El reino de la ignorancia (Maljut HaBerút) es la falta de luz (Nújra-arameo), que es el reino del miedo (Maljut HaPajád).

La vida –Jayim- no se pierde, sencillamente cambia, todo es parte de un sustrato que ya existe.

La vida nacida es autónoma y se considera individual y es dotada de conciencia individual, y libertad por tener una conciencia personal por tener un código único irrepetible, por un sonido que le identifica y permanecerá invariable a través de los tiempos, teniendo una franja de luz (Nujra-arameo) con una frecuencia determinada y longitud de onda, y una nota musical única, y esta es clave para entrar a los archivos experienciales donde está el historial de esa unidad.

Todo existe de un sustrato que no es sujeto al tiempo ni al espacio ni a nada que lo pueda detener.

Por eso la vida –Jayím- tiene infinitas realidades, infinitos planos de existencia, infinitos universos (Almá – arameo)  que van surgiendo a cada instantes, creando espacios dominios temporales para cada nivel o dimensión, surgiendo en planos concretos a partir de la velocidad de la luz, en un movimiento circular (Agól) y por eso construir fronteras de universos (Almá).

La vida –Jayím- está en un proceso continuo de gestación, dinamismo, y metamorfosis.

Continuara. Dr. pedro Ortiz