EL ABUSO DEL PODER

EL ABUSO DEL PODER

El abuso del Poder.

Un hombre sin Clemencia.

Un manso buey  maltrato.

Y tanto palo le dio.

Hasta que acabo con su paciencia.

Envistiole con violencia.

Furioso y desesperado.

Y allí en suelo tirado.

El hombre pudo comprender.

Que el abuso del poder.

Queda siempre castigado. 

Juan Cristóbal Nápoles Fajardo. “El Cucalambé”

Esta poesía ha estado en mi corazón desde niño, pues yo soy un gran admirador de este poeta Cubano que vivió cerca donde yo nací. El Cornito Las Tunas en el Oriente de Cuba.

Toda persona que tiene una posición de autoridad, debe medirse por esta regla y aún más aquellos Maestros (Morim) que guían a muchas personas y éstas escuchan sus palabras, sus consejos y su guía, deben tener muy en cuenta que nosotros los Maestros (Morim) somos solo canales del poder (Tzinorot), la fuente del mismo no está en nosotros, sino más bien viene del Gran Todo (Qudsho Berij Hu) a través del gran engranaje del universo (Olam).

El Universo (Olam) funciona en un balance perfecto, como vemos en las emanaciones del Árbol de las Vidas (Etz Jayím), la sabiduría (Jojmah) es el balance del entendimiento (Binah), la justicia (Tzedeq) es el balance del juicio y la misericordia (Rajamim), la Gloria (Kavod) es el balance del Triunfo con la humildad.

Hay una balanza (Moznaim) que funciona a través de la Ley del Kadam que mide nuestro trabajo, está predestinado desde antes de venir y tenemos que tener mucho cuidado en no exceder nuestros límites.

Cuando los líderes se vuelven poderosos por su posición son muy vulnerables al “abuso del poder”.

Hay una falta imperdonable, que es violar la administración Divina, pues esta nunca interfiere con la libertad de conciencia o el libre albedrio, cada ser tiene que progresar por su propio desarrollo y no importa cuánto tiempo necesite, solo se le concede, esa es la naturaleza de la vida de acuerdo a la Ley del Kadam, Es Réga u oportunidad.

Nunca el poder es para aprovecharnos de él y sacar ventajas o beneficios propios, nunca debemos pretender que somos mayores que nadie, pues tenemos la misma calidad de vida y los mismos potenciales.

Tenemos un poder incalculable, y esta es la razón que se nos dieron cuatro cetros (Moshlim), y con estos cetros (Moshlim) tenemos que gobernar.

El Primer cetro es el Amor (Moshlim HaAhaváh).

Este tiene un poder incalculable y todo lo puede, todo lo sana, cuando compartimos el amor (Ahaváh) y damos el amor (Ahaváh) y las personas lo sienten, nos obedecen y nos siguen, esto no quiere decir que nos aprovechemos de esto para manipular, más bien para llevar a las personas que razonen, que se miren a sí mismos, y puedan auto corregirse.

Por ejemplo podemos usar la Toráh las leyes o cualquier escrito para exigir, regular, y hacer que las personas cambien, esto no es correcto, ellas mismas tienen que hacer el cambio, cuando vean su necesidad, tales como la metamorfosis del gusano, el rejuvenecimiento del águila, el cambio de pelaje y de piel de muchos animales, ellos lo hacen espontáneamente.

Nuestro trabajo es guiarlos para que se alimenten por sí mismos, a que se desarrollen, se multipliquen y sepan que nos tendrán siempre incondicionalmente, para ayudarles en cualquier necesidad.

No podemos hacer decisiones por ellos más bien aconsejar, para que ellos vean en un ejemplo de nosotros mismo, el mejor consejo y enseñanza debe verse en nosotros, y en vez hablar tanto del amor (Ahaváh) demostrarlo.

El Segundo Cetro es la vida (Moshlim HaJayím).

Esta no es nuestra, viene del Padre nuestro (Avinu), y ella esta auto programada para pasar por toda circunstancia por imposible que sea.

La vida (Jayím) trae una vibración y longitud de frecuencia y dimensión única.

Ella puede vivir en cualquier mundo por hostil que sea, nada la puede destruir, nada la puede detener y esto tenemos que ensenarle a nuestros discípulos (Talmidim), dentro de la vida están programados todos los archivos Acasicos, de las distintas peregrinaciones de billones de mundos donde hemos pasado (Olamot – Raqia).

El Gran aprendizaje es aprender a entrar, recordar y ver que en cada circunstancia nuestra, hay una respuesta, pues ya lo hemos pasado y solo lo estamos mejorando.

Lo más difícil que tenemos que enseñar a la gente es aprender a amar su vida, pues estamos en estos momentos pasando por tiempos difíciles, quizás menospreciemos la vida, y esto es fatal. Tenemos que amar la vida sus imposibles, sus no puede ser, sus limitaciones, a la vida le gusta el riesgo, las aventuras, el peligro, los no se puede, pues no hay nada que ella no pueda resolver.

Por eso debemos amarnos a nosotros, pues todo será historia y victoria (Netzaj) en sí misma.

El Tercer Cetro es la Luz (Moshlim HaOr).

La luz (Or) es nuestro Vestido ya que somos invisibles, la vida no se ve pues es el mismo Padre manifestándose a través de nosotros en mil maneras, esas luces son como bastones en nuestros códigos genéticos.

Y cuando estamos en vibraciones, en frecuencias, en dimensiones lentas y difíciles se ponen al mínimo, esta es la razón que se usan diferentes cuerpos de acuerdo al lugar donde se proyectan.

Esa luz (Or) es invisible, los Maestros (Morim) debemos darla, la tenemos, es un candor, un calor, una sensación suave, una atracción sublime, una mirada cargada de amor y vida (Ahaváh ve Jayím), esa luz es sanadora, va más allá de las palabras, la música y el ruido.

Esa luz (Or) se da, es gratuita, no se cobra, ni exige, sencillamente da, ¿Hasta cuándo da? Nunca para, es inagotable.

El Cuarto Cetro es la Paz (Moshlim HaShalom).

La paz (Shalom) es sencillamente la reunión del amor, la vida, la luz (Ahavah, Jayim, Or), vivida y expresada; la paz (Shalom) no tiene nada que ver con lo exterior, con problemas o con bendición; es la (Amud) Columna Central de la vida, no tiene nada que ver con lo bueno ni lo malo, ni el orden o el desorden, sencillamente es lo que es, la Paz (HaShalom).

El Balance del Gran todo, Del Todo en todos, El Regalo más grande que se nos ha dado.

Ella está en el dolor, pues lo cura; en las tormentas, pues las calma; en las tinieblas, pues les da luz; en el llanto, pues le da risa; en la furia del mar, pues lo calma; en los huracanes, pues los sosiega; en la ira, pues hace perdonar.

¿Qué es la paz (Shalom) entonces? Es la esencia del amor, la vida y la luz (Ahaváh, Jayím, Or), es la energía divina de la naturaleza de nuestro Padre (Avinu), por eso la vemos en la columna central, en el propósito divino, en su gobierno divino, en su conciencia divina, en su orden divino (Tiferet), en su multiplicación divina, Su pueblo, y en su andar divino, Maljut. De lo más elevado a lo más bajo, camina Él en el amor, la vida y luz (Ahaváh, Jayím, Or) ¿y Para qué estamos los Maestros y líderes Morim? No para controlar exigir, manipular o aprovecharnos de las situaciones difíciles.

Los líderes tienen cuatro Cetros (Arba Moshlim), el que no aplica, es porque no los tiene, y si no los tiene no es líder.

Tomemos esta amonestación y seamos francos con nosotros mismos.

Dr. Pedro Ortiz, El Maestro.

Santa Ana. 16 de Diciembre del 2012