La vida y la luz – Jayei DeNújra

La vida y la luz – Jayei DeNújra

El viento peina a las montañas
Y los truenos las estremecen
Solo en  ellas, desde sus entrañas
La vida sale  irradia y crece.

Veo su excelente verdor
Elevarse por las nubes
Puedo sentir el olor
Que de su vegetación sube

Las aves sonoras, el canto
Y el festejo de los insectos
Tanta armonía no sé, cuanto,
Pero sí que son perfectos

Es el hablar en varias maneras
El lenguaje de la naturaleza
Me gustaría que supieras
Su mensaje y su belleza

Es la vida de nuestro Padre
Expresada en mil maneras
Es como abanico que abre
Toda la belleza entera.


Hemos hablado en el pasado sobre que la Vida (Jayím) es un todo, es decir un Ejad, que siempre ha existido. Y es lo que hemos conocido como la reunión del Padre o El Gran Todo.

También hemos explicado que la vida (Jayím) se expresa, es dinámica, y nada la puede detener. Infinitamente está cambiando.

La totalidad de la vida (Jayím), El Gran Todo o el Padre, se manifestó en la implosión, y se fragmentó, y explicamos que es la expresión de la vida.

Esa expresión de la vida es luz (Jayím Or), pues la luz es la vida visible (Jayím Or), fuera del Gran Todo, ahí en El Gran Todo  es invisible. E imaginable a nuestra mente, actual.

La luz (Or) nos trae la vida (Jayím), podríamos decir es su cuerpo o Merkaváh, pues la vida no se ve pero tiene un cuerpo que le llamamos luz (Nújra -arameo).

Por eso tenemos que vivir la vida en la vida, y vivirla en la vida, es vivirla en la Luz (Jayím VeOr). ¿Y que es vivirla en la luz (Or)? Es vivirla en la expresión total.

Y lo podemos hacer pues tenemos la vida dentro de nosotros y la luz para expresarla (BeToj Jayím VeOr).

¿Qué es lo que nos pasa, que siendo una maravilla, no la vemos? La luz (Or) está allí pero hay una Gran Klipáh que como un manto nos han puesto, y este manto se llama religión, y ésta no deja pasar la luz (Or), como el caso que habla la Toráh, que Móshe se tuvo que poner un velo en el rostro, para que los demás no pudiesen ver la luz (Or), pues les molestaba. La luz (Or) molesta saca nuestros defectos y limitaciones. Eso es religión tapar la luz (Or).

La religión es un conjunto de realidades, a medias, adaptadas a un gusto y un sabor que nos trae un vicio y dependencia de ella.

Por ejemplo, usted no necesita ponerle condimento a los alimentos, pero se le pone para desarrollar un gusto, que nos envicia.

Por ejemplo, usted nunca ha visto a los animales ponerle aderezo a las plantas, ni menos cocinarlas, es un medio por el cual más bien se le quita la nutrición, pero ya no podemos comer de otra manera.

El alimento es como la religión, son espadas de dos filos, el alimento nos es necesario, nos nutre, pero poco a poco nos está matando, la religión es lo mismo, como dicen en mi tierra es la muerte en bicicleta.

Toda mi vida he tenido que luchar con esto, me cambian la receta, para hacerla más agradable al paladar, y entonces en vez de hacer bien hacen mal.

Se está  siendo adicto a la religión, pues ésta nos lleva por el camino fácil y se identifica con nuestro interior y se hace necesaria en nuestro diario vivir.

Tenemos que vivir la vida, comer vida simple (Jayím), verdades, realidades y asimilarlas, totalmente  como la Luz (Or).

Comer luz (Or), pues la luz es el alimento de la vida expresada (Or).

Hay que amar la vida (Jayím), y el amor (Ahaváh) es el verdadero gusto de la vida (Jayím), la esencia de ella misma, si la pudieses desmenuzar o hacerla esencia verías que la vida es el Amor (Jayím es el Ahaváh) expresado, y que la luz (Or) lo hace tangible.

Algunos dicen que no es práctico, que hay que hablar de la vida diaria, bueno esta es la vida diaria, esto es lo práctico.

Usted quiere ver en su menú diario, chile, salsa, aderezos, curry, y tantos otros ingredientes, y creen que esto es lo práctico, mejorar las especias, cambiar de sabor la verdad, en la cocina de la religión, debes saber que la religión de la espiritualidad, es lo que estamos viendo ahora. Alimentos, alterados pero muy contaminados con pesticidas, y abonos nocivos más grandes, que apelan, pues no son integrales.

No solo es mejorar la vida, tener paz aparente, métodos pesticidas, la vida no se puede mejorar, ella trabaja sola, solo hay que expresarla, y esta expresión de luz, ahuyenta a todos los agentes que infectan a nuestro aflorar y fructificar, por eso no necesitamos pesticidas espirituales, esto es lo que llamo religión.

Vivamos, respiremos, comamos vida (Jayím), entonces la amaras, tendrás entusiasmo, energía, voluntad, serás único, astuto, serás inventor, visionario, aventurero, te proyectaras más allá del tiempo, serás compasivo, oidor, amarás la vida (Jayím), y no te querrás ir a algo mejor, pues ese algo mejor es la vida (Jayím), no habrá nostalgia pues estas en la vida (Jayím), y está pasando donde debe estar.

Ningún método ayudara a la vida, como el calmante, (Religión) que engaña al cerebro, el calmante trabaja por un periodo de tiempo, pero la luz de la vida (Or Jayim) erradica cualquier mal.

Hablamos de fiestas de ritos, pero no tomamos en cuenta que la vida tiene fases y cada fase es para algo, Por eso nos puso las Moadim.

Y éstas son regidas por la luna (Yareaj), ésta trae la energía de la luz (Or) para suplementar nuestro ser y guiarnos a las cosas necesarias.

Por ejemplo. En la Luna nueva (Yareaj Jodesh), se comienza a planear, buscar respuesta en todo, lo que vamos a hacer, Luna creciente, se comienza a actuar, para ejecutar los planes y por decir sembrarlo, pues desde las cosechas a las cosas más mínimas se siembran. Luego en el creciente se recogen pues vienen espontáneamente, y en Luna llena no se hace nada, no se firma nada, no se emprende nada, pues es el periodo de descanso para recargar la tierra y nosotros. Luego hablaremos de esto más.

La vida es algo tan dinámico, que según nosotros produce pruebas, y no es así.

En mi reciente viaje a México por diez días, tuve grandes bendiciones, una de ellas fue que al llegar caí en cama con Neumonía, y la vida trabajó y en tres días fue vencida, esto me demostró que la vida pasa por experiencias difíciles y ese es su placer, vencer lo más difícil.

Al llegar a California halando la maleta me lastime la espalda, que casi no me podía mover, cada vez que hacia un movimiento brusco soltaba un grito, y así fui a la clase a enseñar, y ya hoy casi ni tengo dolor, no pensemos ir a lugares donde no habrá llanto ni dolor, ya estamos, pues tenemos amor vida y luz (Ahaváh Jayím VeOr) que son los vehículos para vencerlos.

Continuara…

Dr. Pedro R. Ortiz. El Maestro. 10-18-2012.