Introduccion

REENFOCANDONOS.

 

ENSEÑANZAS DE

PEDRO R. ORTIZ

Compilación de algunos escritos.

Alhambra CA. 2012.

 

 

 

PROLOGO.

Por:   Fausto Carrasco.

Abril 16, 2012

 

Nos encontramos ante una madeja de estambre la cual está toda enredada, como la de aquella mujer que estaba tejiendo… y repentinamente tuvo que levantar y enredar sin orden todo su estambre que yacía en el suelo. Entonces lo que tenemos  aquí y ahora en nuestro mundo, en materia de conceptos espirituales, es una bola de estambre completamente enredada.

¿A dónde está la punta?, ¿cómo comenzamos a desenredarnos de tanta confusión para poder entender  la verdad?, ¿quién verdaderamente es una autoridad espiritual para poder ayudarnos en esta TITANICA tarea?

Una persona me dijo un día: “es como si uno tuviera muchas preguntas y quisiera sacarlas, quisiera expresarlas,  pero uno no sabe como comenzar o que preguntar. Uno oye tantas cosas que ya no sabe uno ni que creer.”

El asunto se complica aún más, cuando nos encontramos ante conceptos  que suenan  confusos o inconcebibles para nuestra mente por todas las creencias que hemos albergado a través del tiempo. ¿Cómo podemos hacernos esas preguntas profundas de la vida tales como: “de qué se trata la vida, quién soy yo, de dónde vengo, a dónde voy, por qué estoy aquí en este mundo”- , cuando nuestra propia mente ya ha sido programada por la religión, la sociedad, la cultura en la cual vivimos?

Así pues éste trabajo se presenta como una compilación de conceptos y reflexiones a la luz de “nuestra original cultura hebrea”, una cultura que no es de este mundo,  sino una cultura que viene de arriba. Todo ello bajo la perspectiva y experiencia del Dr. Pedro R. Ortiz. Para aquellos que le conocimos como nuestro Rabino Pedro, Tsur Ben Levi,  difícil nos es despojarnos de ese título de “Rabino”, más por respeto a su propia voluntad de no desear que se le llame más con ningún título, en este prologo simplemente me referiré a él, como el maestro Pedro.

Esta es pues una compilación de conceptos y reflexiones para comenzar a desaprender lo que erróneamente hemos aprendido. Y entonces comenzar a mirar a dentro de nosotros mismos,  para encontrar ahí,  “la verdad”, pues escrito esta: “conocerás la verdad y la verdad te hará libres”.

Recuerdo que en mi paso por mi crecimiento espiritual, mis líderes, mis pastores de la iglesia cristiana nos decían: “busca de Dios, metete en la presencia de Dios a estudiar su palabra…”  Como el maestro Pedro, muchos otros buscamos entender la “palabra de Dios”, en un nivel más profundo. Y a manera personal esto fue lo que encontré al meterme “en la presencia de Dios”: amor, libertad y paz.

Este trabajo habla de más de “Dios”  que de ninguna otra cosa. Pero curiosamente este trabajo no es “teología tradicional”, ni “teosofía mística”.  Entonces, ¿qué es? Muchos líderes han criticado severamente las enseñanzas del maestro Pedro, principalmente aquellos que se han adueñado de cierta autoridad en materia espiritual, para juzgar desde su perspectiva y experiencia qué verdad es la verdadera y cuál no. Las enseñanzas del maestro Pedro son una interpretación profunda de las Escrituras de acuerdo a su propio encuentro con lo “Divino”. A la fecha de hoy, el maestro Pedro ha dejado por tres ocasiones su autoridad espiritual, su ego y su estatus social (incluyendo diezmos y demás ganancias económicas), y solo afirma de sí mismo, que, como maestro, su tarea es enseñar y ayudar a la humanidad a despertar y evolucionar en este proceso de “ascensión espiritual” (por llamarle de alguna manera a lo que le esta ocurriendo a nuestro mundo). “No me llamen mas Rabino, Pastor, pues no deseo identificarme mas con ningún sector religioso”. Aunque el maestro Pedro procede de legitimo linaje Israelita,  con formación cristiana, el que era Pastor y después Rabino, simplemente renuncio a la religión. En mi perspectiva, una persona que es capaz de negarse así mismo de esa manera, o perdió la razón, o sabe de lo que habla. Y si sabe de lo que habla, tiene mi respeto y se convierte en autoridad espiritual para mi pues yo no he llegado a ese nivel de madurez espiritual.

Dice un dicho popular “no pinta el que tiene ganas sino el que sabe pintar”.

La única cronología que podemos establecer para comenzar a desplegar estas enseñanzas es su propio testimonio de cómo él, comenzó a tener un acercamiento profundo de la verdad.  La misma verdad se desenvuelve a sí misma y lo que en un nivel es cierto, en otro nivel parece ya no serlo pues aparentemente se contradice.

No es para toda persona estas lecturas. No es para los curiosos. Tampoco es para los místicos, los esotéricos, los religiosos y los ortodoxos que creen saberlo todo y juzgan sin saber lo que juzgan.  Estas lecturas son para los simples de corazón. Aquellos que desean saber quién soy yo y cuál es mi propósito dentro de este vasto universo, pues las enseñanzas del maestro Pedro no te darán una solución a la tarea que tu tienes contigo mismo de encontrarte a ti mismo.  No te darán una respuesta a la pregunta común de “¿cómo le hago para…?  Sus enseñanzas solo son comentario explicado de la voluntad de ese que llamamos “Dios”, el cual se ha manifestado de diferentes maneras a través del tiempo.

Estas “notas”, solo te ayudaran a entender algunos misterios de la vida y del universo para que tu lo compruebes por ti mismo y sigas tu propia búsqueda de la verdad. Pareciera ser como si en el pasado, el trabajo de un líder espiritual era el de vivir tu vida y decirte lo que debías hacer y lo que no debías hacer. Ahora, el verdadero maestro, según palabras de Pedro R. Ortiz, es aquel que te muestra a donde está la puerta  para que tú vayas, la abras y entres por ella, no el que abre la puerta entra por ti y después te dice lo que encontró y lo que debes hacer.

Aquí nos encontramos entonces ante el mayor conflicto para abrir nuestra mente y leer o escuchar al maestro Pedro. Y este conflicto es: ¿En todo esto,  a dónde queda Jesús y su sacrificio?, pues Él murió por nosotros y, ¡eso es suficiente!  Yo, como amigo y aprendiz del maestro Pedro, doy testimonio de que la razón por la cual, él, comenzó con todo su “ministerio”, hace 60 años, cuando acepto a “Cristo” como su Señor y Salvador,  fue precisamente esa: la de ser un buen cristiano y hacer discípulos y esparcir la palabra de “Dios”.  Mas a lo largo del camino las cosas caen por su propio peso  y el asunto de “Dios” no es tan simple como decir  “Jesús murió por nosotros y, ¡eso es suficiente!”

Tal como un periodista comprometido con su profesión (que en todo momento debe denunciar y dar a conocer la verdad), encuentra gran corrupción y falsedad en el gobierno al que sirve, entonces comienza a investigar aun más que hay detrás de lo que se cree…y encuentra verdades ocultas…  así, un siervo como el maestro Pedro,  se dio a la tarea de entender y enseñar que es lo que realmente enseña eso que llamamos “Biblia” y “Torah”… entonces el asunto se vuelve más complicado porque lo que nos ha enseñado la religión, no es lo que realmente “Dios” quería decir… Ahora bien, el maestro Pedro afirma haber sido enseñado por ese ser maravilloso que llamamos “Jesús”, ¿valdrá la pena leerlo, escucharlo y después ocupar nuestra mente por un momento en comprobar si lo que habla es verdad o no?