LA ESCRITURA INTERNA

LA ESCRITURA INTERNA

El problema de las escrituras estriba, en que se escribió y se tradujo desde el punto de vista del lenguaje y experiencia humana.

Por lo contrario, nunca se podrá escribir, pues esta escrita eternamente en nosotros, en los códigos internos de Luz.

Salmos – Tehilim 139:16.

Lo que se ha escrito no se puede escribir de nuevo, pero si copiar y esta copia es un vivir y no letras o copias de otro.

La escritura no tiene que ver con lenguaje sino con Luz, expresión de vivencias eternas.

Y nunca pueden cambiar, sino más bien se pueden experimentar y como está más allá de volumen y tamaño, solo se pueden experimentar como pedazos de experiencias inagotables, siendo siempre lo mismo, pero para nuestra experiencia, mejora a medida que entendamos el gustar de la realidad divina en nosotros.

Por ejemplo, la prohibición de decir el nombre, diciendo que no tememos su nombre en vano, es una Halajá Rabinica y Babilónica mal intencionada.

Por la razón que no quieren que nosotros los gentiles pronunciemos el nombre, que solo un grupo de privilegiados según ellos lo pueden hacer.

Pues somos catalogados como perros y esa es una arrogancia de los dioses Anunakis.

Entonces nos ponen el nombre de Adonay en vez de Yahweh y en realidad es Baal lo cual es condenado por la Toráh, pues Baal es el Señor dueño de los esclavos, siendo éste concepto y arrogancia Anunaki.

Es más bien para nuestro detrimento.

Veamos lo que dice la escritura.

En aquel tiempo, dice Yahweh, me llamarás Ishi, (Mi esposo) y nunca más me llamarás Baali.
(O Adonay mi Señor Baal.) Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales (Los Adonay) y nunca más se mencionarán sus nombres.

Oseas – Hoshea 2:16-17

En Su nombre están los códigos universales de la vida y su vivir y al prohibirlo nos están impidiendo que seamos libres, por eso lo esconden y lo cambian por otros.

Entonces nos preguntamos.

¿Aman de veras la Toráh?

Creo que ese pensar viene de los Anunakis, pues los diez mandamientos y las leyes Halágicas se originaron en los códigos de Hammurabi.

Yahshuah dijo que solo hay uno, el amor y el amor se integró en Arabot.

Este lo vemos en el Salmo – Tehilim 139:16 Mi embrión (Golem) vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

Sefer o Sifra tiene que ver con códigos de luz y no con escrituras o libros.

Esos códigos se integraron en nosotros, al nacer, nacimos inocentes del sistema de Baal o Anunaki.

Por eso desde la niñez tuvimos que empezar un largo camino de aprendizaje del sistema que está basado en lo bueno y lo malo.

Todo lo que aprendamos acá es foráneo a la Luz.

Este sistema empieza con el lenguaje, luego la cultura y el comportamiento con la educación.

El comercio, las finanzas, el vestir y la obligación de tener una religión que practicar, pues todo el sistema social está marcado por la religión.

Y sobre todo un Dios Anunaki exterior, separado de nosotros, inalcanzable y aun incomprensible, esperando respuestas de él para todo.

En vez de ser el verdadero que esta integrado en nosotros desde Aravot, el cual está en nosotros como nuestra vida y nosotros lo expresemos como el vivir nuestro.

Inocencia es no conocer el sistema impuesto acá, falso y duplicado y vinimos con una mente libre de pasiones y egoísmo y aun asexual.

Nuestra mente no estaba vacía o en blanco, más bien en el sentido correcto llena de amor y libre de lenguajes y prejuicios.

Con el tiempo se desarrolló el conocimiento del mal que hay acá, puesta en la genética en el cuerpo hecho a la imagen y semejanza de los Anunakis.

Tenemos que ver que nuestro cuerpo verdadero está dentro de otro duplicado y diseñado para ser un prisionero en este nivel y esclavo del sistema.

Un cuerpo temporal que se necesita alimentar de otros cuerpos, el Verdadero y eterno, no es en sí etéreo, más bien es Ivrá Oraita.

Este no necesita procrearse, pues siempre ha existido, ni alimentarse, pues esta conectado a la Vida y a su fuente.

Claro el exterior está diseñado para envejecer y su permanencia es breve y reciclable, por el hecho que no pueden retener un cuerpo de carne acá por mucho tiempo, pues no puede aguantar la presión del interno el Ivrá.

Es una vida de aprendizaje del sistema Anunaki, pero a medida que vamos aprendiendo el sistema, nos vamos dando cuenta que es falso y por eso hicieron los cuerpos físicos con poca duración.

El Ser es para siempre, y con los cambios degradaron la vida y la capacidad de proyectarse libremente, se dice que el cuerpo humano es una ingeniería perfecta, en donde todo tiene su razón de ser y cada órgano es puesto específicamente en ese lugar del cuerpo para que funcione.

Pero eso es el cuerpo físico, y al Ser de Luz aún no se lo ha conocido, y es lo que realmente nos interesa, porque ahí esta la historia y los recuerdos de los acontecimientos Universales.

El cuerpo humano es para proyectarse en este mundo físico, y no se puede percibir la Luz según los cuerpos físicos y densos, o cuerpos animales, sino hay algo que es mucho mas elevado que esta en nosotros mismos.

Y es ahí en donde están nuestras verdaderas raíces y en donde las ramasn reverdecen y sobrepasan los muros, es decir, ya no existen las limitaciones.

De esta manera podrían regresar una vez tras otra.

Los Ivrá Oraita, somos seres de Luz, que hemos llegado como Maestros para ayudar a despertar la vida verdadera, de los que están trabados en un círculo o Gilgulim continuo.

Todo lo que vive es recobrable, no importa su condición, pues la vida viene de Él Gran Todo, solo que a algunos hay que ayudarlos más que otros, pues se han deteriorado más.

Cuando digo ayudarlos, es por causa de que se han puesto más conocimiento Anunaki, que son Klipot o capas muy duras de romper.

Digo esto, pues esas capas es lo que hemos llamado religión y esta produce un efecto oxidante o herrumbre en nuestro sistema.

Sea hierro, plata, oro y todos los metales y aun los cuerpos nuestros acá se oxidan y para quitarlo se necesitan antioxidantes muy fuertes y por eso acá hay tanta contaminación, que la plata y el oro pierde el brillo, el color, se ennegrecen y es muy difícil el proceso de quitarlo, se necesitan ingredientes y procesos muy fuerte para pulirlos y volverlos a su estado original.

Ese es el trabajo del Maestro, es llevar a los seres que venimos a ayudar a llegar a su estado genuino.

Por eso es muy difícil, cuando se le dice a seres lo que tienen que hacer, sino está en ellos hacerlo, si se les exige lo que no pueden hacer, sino pueden hacerlo.

Un paralítico no puede caminar, no se le puede exigir que camine ¿Cuándo caminará? Cuando recobre su salud.

La religión los obliga y les dice inútil y malos, que por eso están así, pues están castigados.

Nosotros no, nuestra tarea es ayudarlos a que recobre su salud, su estado original y lo puedan hacer por ellos mismos.

Hemos enseñado que Israel es uno que vence el sistema, pero nunca lo podrán  vencer si no descubre que Israel está dentro de Ellos.

Y aún que es una Luz interna que nos lleva al estado de Adapas que trajimos, entonces se despierta la conciencia Del Todo en el Ser y se une a todo lo que tiene vida y esa es la fuerza que rompe todos los Klipot e impedimentos.

Solo así cae el sistema y esa es la Tarea del Maestro y Mensajero de Luz, hacerles ver y ayudarles a entrar a esa realidad.

PEDRO R. ORTIZ – EL MAESTRO – TZUR YAQUERÁ

Y el Maestro Eliyahu Kjanokj 

Mensajeros de Luz – Ivrá 

15 de Mayo del 2016 

Traducciones por Eliyahu Kjanokj 

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