LA TECNOLOGÍA PRÓXIMA # 1

LA TECNOLOGÍA PRÓXIMA # 1

Tecnologías inteligentes.

Ya tenemos una tecnología que se ha desarrollado a mucha velocidad, por ejemplo los satélites, la comunicación, tecnologías inteligentes.

La aviación ya los aviones aterrizan con sistemas computarizados. Ya van a salir los carros que se manejarán por si mismos, basado por técnicas integradas a un sistema pre programado. Así la policía tendrá estricto control, no los individuos y los vehículos en el tráfico.

Para ser breve. En la guerra vimos los misiles inteligentes, y los cibersoldados. La robótica en accion. Drones tan pequeños como abejas y otros animales, como los colibrís, que parecen inofensivos, pero son letales.

Lo más triste de todo, es que han coleccionado tanta información en bases de datos y por el DNA. Ya pueden predecir un 99 por ciento lo que va a realizar y le va a pasar a un individuo. Entonces un sistema decidirá previamente el destino de esa persona. Y eso quitará la libertad completamente a los demás, pues por ejemplo sabrán cuando se va a morir una persona, ni la tratarán, ni la  operan ni le dan medicina, lo dejarán que se muera, pues es perdida.

Si alguien va a cometer un crimen lo sabrán de antemano con 99 por ciento de posibilidad. Sabrán la clase de crimen que va cometer y las  decisiones que va a tomar.

Por eso una persona seria castigada sin haber hecho nada aun. Eso es tecnología Anunaki o de los Metatren.

Para allá vamos en el sistema que está desarrollando la NASA. Ya sabes, el Nuevo Orden Mundial,  que no es otra cosa que el de los Anunakis o los trece.

¿Qué te parece?

Shalom.

LO QUÉ AFIRMA UN FUTUROLOGO.

Yo no creo que esa tecnología dilatara tanto. Para eso tiene que haber un gobierno mundial y un control mundial que es lo que se pretende implantar brevemente.

10 tecnologías del futuro que revolucionarán nuestro planeta antes del año 2030
EL FUTURÓLOGO GEORGE DVORSKY AFIRMA QUE LAS INVESTIGACIONES PARA PRODUCIR LAS SIGUIENTES INVENCIONES NO SÓLO YA HAN COMENZADO, SINO QUE ESTARÁN LISTAS Y SERÁN UNA REALIDAD COTIDIANA EN LOS ALREDEDORES DEL AÑO 2030.

El futurólogo George Dvorsky –que describe su trabajo como una predicción sobre las posibilidades de la ciencia más que como una carta de buenos deseos– afirma que durante los próximos 15 a 20 años veremos algunos adelantos que, al igual que el Internet para la generación actual, revolucionará ámbitos como la salud, el hambre y la catástrofe ecológica.

Como en la serie inglesa Black Mirror, Dvorsky imagina la evolución probable del estado actual de la tecnología y propone las siguientes 10 invenciones como inminentes antes del año 2030.

1. Asistentes personales con Inteligencia Artificial.

El programa Siri para los más recientes modelos de Apple será solamente el ancestro de los asistentes personales de las siguientes generaciones de dispositivos y computación personalizada. Ubicuos, capaces de adaptarse y comprender las necesidades precisas de los usuarios, estos asistentes serán capaces de comportarse como nosotros lo haríamos al responder emails y acordar citas, llevando una agenda por ellos mismos e informándonos sobre ella, como un auténtico asistente personal. Dvorsky advierte, sin embargo, que debemos cuidar qué grado de autonomía le damos a nuestros clones virtuales.

2. Computadoras, computadoras por todas partes.

La noción de un mundo completamente computarizado no es solamente el argumento de una novela futurista, sino algo que ya comenzamos a ver en los automóviles y en muchos electrodomésticos. Este fenómeno es descrito como “everyware”: las computadoras estarán presentes en nuestra ropa, en nuestros accesorios de moda e incluso en lentes de contacto. Nos comunicaremos con ellos a través de una interfaz basada en gestos táctiles naturales y lenguaje vocal cotidiano; sin embargo, la diferencia será que las computadoras tomarán decisiones autónomas (como ajustar el tamaño de la ropa, tal cual podemos ver en la película Back To The Future 3), por lo que su presencia será casi imperceptible.

3. Animales virtuales con mentes digitales.

Aunque emular un cerebro humano está aún muy por encima de las capacidades de la tecnología actual, proyectos actuales como OpenWorm buscan digitalizar el cerebro de un gusano, por lo que pronto comenzarán los experimentos para emular las funciones neuronales de organismos más complejos, como mamíferos. Las mentes digitales de los animales podrían ser “subidas” a una interfaz robótica, revolucionando nuestra relación con las mascotas y permitiéndonos comprender mejor la evolución de las especies.

4. Los primeros proyectos de geo ingeniería a gran escala.

A medida que el cambio climático se vuelve más dramático, la ciencia tendrá que comenzar a buscar soluciones prácticas para mantener las condiciones de vida en la Tierra como estables. Algunas de las técnicas de geo ingeniería más polémicas van desde árboles artificiales y fertilización de los océanos hasta proyectos de control climático para contrarrestar las emisiones de carbono en la atmósfera terrestre.

5. Internet interplanetario

Las misiones tripuladas a Marte serán una realidad para el 2030, ya sea en proyectos de exploración de la NASA o de colonización interplanetaria, como el proyecto MarsOne de la empresa Virgin, que planea llevar una tripulación civil al planeta rojo. Sin embargo, la comunicación entre Marte y la Tierra también puede ser vista como la primera forma de contacto interplanetario que haya emprendido el hombre, con lo que habrá multitud de necesidades técnicas que resolver.

6. Los primeros tratamientos anti-edad verdaderamente efectivos.

La gerontología avanza a pasos agigantados, y mientras la vejez sigue siendo una condición inevitable, esta rama de la medicina está explorando qué es lo que hace el código genético de las poblaciones o familias centenarias para alcanzar la longevidad y perpetuar la salud. Algunos de estos proyectos para vencer a la vejez definitivamente incluyen terapias para recargar las mitocondrias de las células y mapear el código genético de los individuos especialmente longevos.

7. Máquinas militares autónomas.

Aunque podría parecer una fantasía de tipo Terminator, hoy en día ya existen sistemas no controlados con humanos que tienen potencial militar, táctico y estratégico. El Aegis Combat System, que ya está en funcionamiento, tiene un sistema no vigilado por operadores humanos que detecta automáticamente lanzamientos de misiles enemigos para interceptarlos y destruirlos, además del sistema REDOWL, que se encarga de buscar y eliminar francotiradores enemigos en zonas de guerra.

Naturalmente las mayores preocupaciones vienen por el lado ético más que técnico, aunque la tecnología militar ha sido, históricamente, una de las que avanza con mayor velocidad y que posibilita el poderío tecnológico de un país o grupo sobre otros.

8. Trasplantes de órganos para todos.

La medicina personalizada basada en los genes particulares de las personas y la posibilidad de producir, mediante biotecnología, órganos humanos autónomos hechos a la medida de los pacientes, volverá eventualmente irrelevante la figura del donador de órganos. Para el 2030 podremos producir órganos y tejidos a partir de las células madre de cada persona, lo que disminuiría casi en su totalidad el riesgo de que los órganos sean rechazados por el cuerpo.

9. Impresoras 3D en cada casa.

Como ocurrió con los televisores en los 50 o las computadoras personales durante los últimos 30 años, las impresoras 3D seguirán el mismo ciclo de lenta adopción y masificación. El tener una máquina que pueda producir cualquier objeto que necesitemos cambiará radicalmente nuestros hábitos de compra y la manera en que las compañías comercializan sus productos: en lugar de ofrecer objetos terminados en una tienda física, las marcas ofrecerán planos tridimensionales para descargar y usar en nuestras impresoras tridimensionales.

Además, los primeros intentos para “imprimir” comida en estos aparatos ya está en marcha, y existen planes para producir vacunas “impresas” en 3D, por lo que, durante una pandemia, la gente ni siquiera tendría que salir de sus casas (por lo que el Apocalipsis Zombi o “Z-Day” quedaría definitivamente cancelado).

10. Curar la sed del mundo con agua de mar.

Hoy en día ya existen grandes proyectos para desalinizar el agua marina y utilizarla como agua potable. Para el 2030, estos proyectos crecerán a escala industrial, echando mano de los recursos de energías renovables para su operación, como la energía solar y células fotovoltáicas. Los expertos afirman que los déficits de agua potable en grandes zonas del planeta serán historia para finales de la década del 2030.

Es probable que nuestro entendimiento de lo que debería ser el futuro de nuestra civilización esté menos relacionado con buscar la producción en masa de autos voladores y concentrarnos en soluciones de salud y alimentación que posibiliten la vida en el planeta tal como la conocemos.

A continuación otro artículo al respecto de los planes inmediatos de las grandes luchas internas en las grandes corporaciones, con miras al control de la humanidad en nombre del progreso. Esto sólo se podrá hacer con los planes del Nuevo Orden Mundial.

El pasado diciembre Google anunciaba el nombramiento como nuevo Director de Ingeniería de Raymond Kurzweil, conocido científico, inventor y empresario, y pope de la singularidad tecnológica y del transhumanismo.

Kurweil, un lunático para unos y un visionario para otros, defiende que, debido al carácter exponencial del progreso tecnológico, no estamos lejos del momento en el que la fusión entre biología y tecnología supondrá el paso definitivo hacia la trascendencia y la inmortalidad del ser humano. Este momento, denominado “singularidad”, implicará una transformación tan radical del propio universo y de nuestra comprensión del mismo que resulta imposible predecir o comprender qué es lo que ocurrirá después de tal acontecimiento.

Más allá del carácter excéntrico o profético de las previsiones de Kurzweil, su nombramiento al frente de una de las áreas de mayor relevancia del gigante informático da una idea de cuál es el horizonte hacia el que camina la tecnología actual: la privatización tanto de nuestro pensamiento como de nuestro cuerpo físico.

Kurzweil y Google

El nombramiento de Kurzweil como Director de Ingeniería de Google no supone el inicio de la colaboración entre ambos. Junto a la NASA y otras empresas cuyos nombres no han sido hecho públicos, Google ya había financiado con un millón de dólares la creación en 2009 de la Universidad de la Singularidad, situada en el campus Research Park de la NASA en Silicon Valley (California). Una iniciativa impulsada por el propio Kurzweil y el empresario espacial y presidente de la X Prize Foundation, Peter Diamandis, y que, en palabras del primero, busca “acoger a los líderes que crearán un creativo y único mundo del futuro”.

Según cuenta la MIT Technological Review, la incorporación definitiva de Kurzweil al gigante informático se produjo a partir de una conversación del primero con el creador de Google, Larry Page, en julio de 2012. Además de hablarle del que sería su próximo libro Cómo crear una mente, Kurzweil le habría confesado su intención de “crear una empresa para desarrollar sus ideas sobre cómo construir un equipo verdaderamente inteligente: uno que pudiera entender el lenguaje y realizar inferencias y tomar decisiones por sí mismo”. Los recursos informáticos de Google, su descomunal base de datos y sus últimos avances en Inteligencia Artificial –en concreto en la elaboración de un software que a través del “aprendizaje profundo” simule los procesos neuronales de la corteza cerebral– hacía que poco después Kurzweil le diera el “sí quiero” a Page.

Uno de los primeros productos que han salido a la luz tras la incorporación de Kurzweil son las famosas Google Glass. Aunque no llegarán al mercado hasta 2014, las gafas de realidad aumentada ya han hecho correr ríos de tinta. Como respuesta a las críticas surgidas ante la posible desaparición del ámbito privado que puedan suponer, Eric Schmidt –presidente de Google hasta 2011– declaraba: “Si estás haciendo algo que no quieres que esté en internet, entonces no deberías hacerlo”. Asimismo, Kurzweil manifestaba sobre las mismas: “Es una primera versión muy sólida. Pero por lo general la versión número 3 se apodera del mundo.

Windows 3 fue el que se hizo conocido”.

Pero, como decíamos, el gran proyecto de Kurzweil en Google es el desarrollo de una Inteligencia Artificial que, tal y como publicaba la revista del MIT el pasado enero, “buscará llevar la comprensión que tienen las computadoras de nuestro mundo a un nivel nunca antes visto”. La AI de Kurzweil “será diseñada para analizar las grandes cantidades de información que Google recopila y luego servir de asistente personal súper-inteligente”. Para ello, Kurzweil sugiere que “podría espiar cada conversación telefónica y el intercambio de correo electrónico y luego proporcionarte información interesante e importante antes de que tú sepas que la querías”ii. Algo en perfecta sintonía con lo que, según él mismo, son los objetivos actuales de Google: “La misión es organizar de manera inteligente toda la información del mundo. Porque al final de cuentas, todo es información y esto va a transformar todas las industrias”.

Pocos meses después, en el contexto de la Google I/O 2013, celebrada en mayo, Google anunciaba la inauguración de un laboratorio de investigación junto a la NASA que buscará desarrollar una Inteligencia Artificial. Para ello ha adquirido  un computador cuántico de la empresa D-Wave Systems , cuyo valor se estima entre los 10 y 15 millones de dólares y cuya velocidad es 3600 veces mayor que un ordenador convencional. Una tecnología que permitirá búsquedas personalizadas más eficaces a partir de información generada por nosotros mismos previendo aquella que vamos a requerir, pero que también busca llegar a procesar el lenguaje natural. Paso, este último, necesario para la construcción de la llamada “Hard-AI”, es decir una inteligencia artificial autónoma y superior a la del ser humano.

El “hombre-máquina”

La construcción de esta Inteligencia no es, sin embargo, más que un paso necesario hacia el que se supone que es el destino inevitable de la humanidad: la aparición del “hombre-máquina”, o lo que es lo mismo, la singularidad. Así la define el propio Raymond Kurzweil en el documental El hombre trascendente, destinado a exponer la vida y milagros del “genio” Kurzweil (así se refiere a él nada menos que Collin Powel en una reunión entre ambos):
“Singularidad es un período futuro en que los cambios tecnológicos serán tan rápidos y sus efectos tan profundos que todos los aspectos de la vida humana serán, irreversiblemente, transformados. No habrá una clara distinción entre humanos y máquinas. Las computadoras no serán esos aparatos rectangulares que guardamos en el bolsillo. Ellos estarán dentro de nuestros cuerpos y cerebros. Seremos un híbrido de inteligencia biológica y artificial”.

Años atrás, en 1998, Kurzweil realizaba en el libro La era de las máquinas espirituales una serie de “predicciones” ordenadas cronológicamente que desembocarían, allá por el 2099, en la singularidad.

Así, en pocos años, las computadoras alcanzarán la capacidad del ser humano y serán insertadas en nuestro cuerpo y en prácticamente todo lo que nos rodea (cámaras del tamaño de alfileres estarán por todas partes). Se generalizaran los “implantes neuronales” que mejorarán la visión, la memoria y el razonamiento, y la nanotecnología permitirá introducir en el torrente sanguíneo máquinas que permitirán mayor control sobre las enfermedades a través de la descarga directa de software. Más tarde, la separación entre realidad virtual y “real” se hará cada vez menos clara y nuestras mentes podrán “copiarse”, llegando el día, allá por el 2099, en que “nuestros cerebros serán mayoritariamente no-biológicos”, tal y como sostiene Peter Diamandis en el documental referido, añadiendo: “seremos capaces de saber todo conectando nuestros cerebros a –qué casualidad– Google”. Ya en plena singularidad, la fusión entre nuestras mentes con inteligencias artificiales a través de implantes neuronales hará que los humanos y las máquinas se mezclen en el mundo físico y mental. La mayoría de los seres conscientes carecerán de una forma física permanente. El ser humano alcanzará la inmortalidad. “Cualquiera que se resista a este progreso estará resistiéndose a evolucionar y, fundamentalmente, acabará por extinguirse. La cuestión no es si eso es bueno o malo. Va a acontecer”, concluye Diamandis.

Pero no hay de qué preocuparse. Todos esos cambios se producirán en un contexto de crecimiento económico, paz mundial, desaparición del hambre (alimentos construidos a través de nanomáquinas) y satisfacción de las necesidades básicas de toda la población gracias a la tecnología.

Hacia la privatización y el control total del ser humano

Muchas de las previsiones de Kurzweil y el transhumanismo pueden llegar a causar más hilaridad que preocupación. Sin embargo, lo que muestran es un modelo antropológico y socio-político que, aunque no llegue a consumarse totalmente, se ha constituido en el referente de gran parte de las grandes corporaciones de la informática y la tecnología y del propio gobierno de los EE.UU. (como muestra la implicación directa de la NASA en los proyectos de Kurzweil y Google). La “comunión” entre todos ellos es un signo de que ese modelo busca afianzarse como dominante desde ya mismo.

Ante las posibles reticencias que tales “progresos” puedan causar, Kurzweil y sus acólitos replican un mensaje que se remonta a la Ilustración: el progreso tecnológico y científico es histórica y universalmente necesario, así como motor de la justicia y la igualdad sociales. Las evidencias más que contrastadas –no sólo a nivel teórico– que muestran la profunda falacia de tan optimista mensaje no parecen ser algo que deba ser tenido en cuenta. Pedirles que sea considerado el carácter ideológico –en el sentido en que lo usa Marx– de tales creencias parece incluso fuera de lugariii.

Kurzweil insiste en el carácter “democrático” de la tecnología: si bien reconoce que las innovaciones tecnológicas pueden ser en un principio caras para la mayoría, su desarrollo posterior supone siempre su abaratamiento, permitiendo el acceso a las mismas de casi la totalidad de la población (aunque nunca deja claro si incluye a todos los países o sólo a los “desarrollados”). Pero es que es precisamente ese acceso universal el que hace a la tecnología desplegar todo su potencial a la hora de diseñar y hacer dependiente de ella nuestras vidas. Las elites, en definitiva, no se crean a partir del carácter restringido del acceso a la tecnología, sino a su controliv.

No hay que mirar demasiado lejos para entrever la capacidad de dominación que tal tecnología podría suponer sobre todas las dimensiones del ser humano. La imposición de un modelo determinado de conocimiento basado en el acceso inmediato y la acumulación de datos controlados por las grandes compañías tecnológicas –convertidos en única fuente de conocimiento– supone la materialización más perfecta del concepto marxista de ideología: la privatización total y absoluta de nuestro pensamiento. Por otro lado, no es difícil imaginar lo que supondría un programa de espionaje informático como Prism –usado por EE.UU. con la colaboración activa de empresas como Google– en un contexto como el que pronostica Kurzweil: el panóptico foucoultiano más perfecto posible.

Paralelamente, privatizado todo lo necesario para que nuestros cuerpos tengan la oportunidad de seguir con vida (sanidad, comida, agua…), la singularidad tecnológica supondría la privatización de nuestra propia existencia física: nuestro ser biológico dejaría su lugar a ese “cuerpo tecnológico” evidentemente dependiente de las grandes corporaciones del sector.
Como buen previsor, Kurzweil ha dedicado los últimos años a que sus previsiones se cumplan. Su fichaje por Google es un paso más en ese camino autoprofético y una señal clara de lo que los poderes político y económico buscan: ir más allá de la privatización de lo necesario para la existencia y hacernos a nosotros y nosotras mismas productos de las grandes empresas de la tecnología, dependientes sin fisuras de sus intereses económicos.

1- El propio Kurzweil se ve a sí mismo como una especie de profeta cuya misión es revelar un mensaje universal común entre él y las religiones de todos los tiempos. Así, en el documental El hombre trascendente sostiene: “Si analizas las implicaciones de mis ideas, ellas tienen similitud con algunas ideas tradicionales religiosas. La idea de una profunda transformación del futuro, vida eterna, traer de vuelta a los muertos, el hecho de utilizar la tecnología para alcanzar las metas que he dicho no es casual. Esta coincidencia está en todas las filosofías humanas, porque reflejan un objetivo de la humanidad”.

2 – http://pijamasurf.com/2013/01/ray-kurzweil-planea-construir-una-inteligencia-artificial-para-google/

3 – La primera formulación de la idea de progreso tal y como se desarrolla en la Ilustración se la debemos a Turgot (1727-1781) en su famoso Cuadro filosófico sobre los progresos sucesivos del espíritu humano de 1750. Paralelamente, Turgot, que llegó a ser ministro e Inspector General de Finanzas, fue uno de los fundadores de la escuela económica denominada “fisiocracia” y cuya propuesta resumían con la expresión laissez faire. Esta teoría defendía la existencia de una ley natural que regula la economía que, por tanto, debe funcionar al margen de la intervención estatal, anticipándose, por tanto, al fundador del liberalismo económico, Adam Smith.

4 – Algo parecido podríamos decir de la democracia representativa: la universalidad del acceso al voto no ha supuesto en ningún momento el acceso a la toma de decisiones, siempre en manos de una elite.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Bueno esos planes son muy firmes y hacen temblar a la libertad. Creo profundamente que ninguna máquina podrá cambiar al ser humano lo que logrará es hacerlo otra máquina.

El ser humano cambia cuando se eleve su nivel de conciencia multidimensional, pues en sí tiene toda la información interna como Dioses (Elohim Arquitectos) que nos quieren quitar. Y será muy difícil pues los Evrá no se pueden reprogramar.

El secreto está en el DNA. Energético de luz en su clave única  Yahweh.

Dr. Pedro R. Ortiz. El Maestro Mensajero de luz – Evrá.

mensajerodeluz.com

23 de Diciembre del 2013.