LA VIDA EN LA VIDA POR LA VIDA

LA VIDA EN LA VIDA POR LA VIDA

 

La vida es una energía que sale del Bendito sea- HaQadosh Baruj Hu y es algo que no se puede comprender por causa de la vida y no es lo que pensamos y creemos que es.

En primer lugar siempre ha existido y ha existido en la eterna existencia, en el Todo de la vida, por eso lo tiene todo y lo sabe todo, pues está en El Todo.

Ella se ha proyectado en todo y en multiniveles de formas y existencias, en diferentes mundos, formas y maneras.

En el caso nuestro, se ha encarnado en nosotros y por ende somos su vehículo, pero nunca su dueño, ella no tiene dueño, es libre y soberana, nadie la puede detener, o manejar, ni menos limitar.

Cuando he meditado en mi vida, puedo ver laberintos por donde ella se ha desplazado y se desplazara, resolviendo lo que no se puede encontrar y andando por donde no se puede andar.

¿Qué constituye la vida? La vida está constituida por una energía que sale del Amor – Ahaváh en toda su potencia, que produce una luz sin principio ni fin e irradia Shalom una Paz que sobrepasa a todo entendimiento.

Claro una paz que vive en un propósito eterno y se expresa en Ahaváh un amor que lo sostiene todo y una luz que lo expresa todo.

¿En dónde vive la vida? Ella vive en todo, está en todo, no tiene tamaño, está en lo infinito de lo pequeño y en lo mas grande de la grandeza.

Lo más interesante es que se manifiesta en Universos – Olamot, desde partículas infinitesimales, hasta Universos – Olamot que nadie los puede cruzar por su grandeza, ahí está todo, es Universo y expresión de la vida.

Ella conoce el Kavod – Esplendor o Gloria como decimos acá, conoce el dolor, el llanto, la pobreza, la limitación, el hambre, la lucha, el cansancio, la soledad, la desesperación, toda la maldad, hasta la muerte y a todo ha vencido por el poder que tiene en sí misma. La resurrección, la transformación en una metamorfosis inexplicable, que hace que todo lo negativo sea un proceso para convertirlo en alegría, felicidad y la realización de los deseos más profundos e imposibles.

La vida juega, se ríe, juega en las ruletas más peligrosas, le gusta los retos, las cosas imposibles y lo que nunca puede ser ella lo puede pasar.

Jayím la vida nace, crece, aflora y da fruto, envejece y retorna a la juventud.

La Toráh le llama Etz Jayím El Árbol de las Vidas, que se manifiesta en el Árbol de la vida, sus raíces están en los cielos y los frutos nos llegan acá a nosotros y podemos comer de sus frutos.

Dice Revelaciones – Sefer Tikún que da doce frutos, claro son doce emanaciones de Luz, que son para nuestra sanidad y el que coma de su fruto no muere jamás ¿Cómo que no muere jamás?, claro pasa por la muerte, dimensiones, frecuencias y vibraciones, por mundos, Universos y Multiversos.

Dice que el que coma de este árbol no tendrá hambre jamás y el que bebe de su rio no tendrá sed jamás.

Cuando su Luz, sus Sefirot nos llegan, nos llegan en el verdadero rio de vida, transparente como el espejo, en él se reflejan las contestaciones a todos nuestras preguntas, la solución de todas nuestras ansias, en una lluvia de ríos de abundancia de frescura y en un alimento que comes para siempre, pues la vida vive en si misma.

Esto se ha demostrado en los desiertos, cuando los pueblos han podido vivir en ellos como Israel, ha sobrepasado el calor, el frio, el hambre, la pobreza, y la soledad.

Ha podido pelear contra los ejércitos más poderos y los ha podido vencer, solo por una sola cosa.

Somos Mensajeros de Luz Hebreos, de otros mundos más avanzados y con mejores armas, que el odio, el rancor, la venganza, ambición y la maldad.

Nacimos en Shalom la Paz, ella es nuestra Matriz en el Orden de Malki-Tedeq Melquisedec, con Maestros sabios que saben lo que es la vida, por haberlas vivido y experimentado.

Maestros que han Ganado batallas en varios Mundos y Universos, ellos van delante a nuestra vanguardia.

Tenemos los códigos de la vida internamente, programados para cada momento e instante, por negativo que sean poderlos pasar.

Ahora estamos en una esfera llamada Eretz, limitados pero demostrando nuestra ilimitación, como presos, pero demostrando la libertad, con solo dos por ciento de la capacidad de la Luz y del entendimiento, pero demostrando la Sabiduría.

Tengo un cuerpo, pero dentro de él está la vida y ésta ha pasado por billones de años, en diferentes mundos e infinitos universos – Olamot.

No soy un ignorante, ni un insipiente, ni un novato, soy veterano de muchas luchas y residente de incontables mundos, hermano de billones y billones de seres de luz.

No estoy solo, nadie esta solo ni desamparado, piensa en esto, siempre piensa en esto.

Mira quién eres y tendrás la respuesta.

Dr. Pedro R. Ortiz, El Maestro Mensajero de luz.

25 de Abril del 2013

 mensajerodeluz.com.