LAS SIETE ETAPAS DE MI VIDA

LAS SIETE ETAPAS DE MI VIDA

Al cumplir los 78 años, me di cuenta que la vida no es tan simple como pensamos, más bien es la continuación de un legado universal y aún más la  formación de un hombre universal perfecto en crecimiento y estatura ideal, integrado a una familia única, la cual encabezará y fructificara el Hombre Universal y completo, EL VERDADERO SER IVRA YAKERA ORAITA.

El Adám de los sueños hecho realidad, visible y funcional, lo que deseábamos, lo que se hacía imposible, impensable y loco.

Hoy tengo 78, años, y he pasado muchas etapas, pero en si quiero relacionar siete, pues en forma general creo que es nuestra experiencia en esta efusión, en este nivel, donde nos hemos manifestado, creo que de alguna manera y forma todos la han pasado, pues esta vida es un legado.

Cuando nacemos, dejamos nuestro mundo y familia cósmica, para entrar a una experiencia desconocida y enriquecedora.

No quiere decir que es otra vida, sea pasada o futura, pues la vida es una sola y no depende del tiempo o espacio, más bien son secciones experimentales, capítulos vivientes, ensayos para algo real.

Al llegar acá, comienza nuestra nueva experiencia y función lo cual será muy necesaria.

Al principio de esa experiencia se le llama niñez.

La primera etapa es la niñez y es muy importante, pues trae la pureza de nuestro ser y estirpe, pues esta queda grabada como recuerdo constante de nuestro origen por toda la vida, y prácticamente es el fundamento de la vida que comenzaremos a vivir.

Esta etapa esta dotada de la imaginación, que es el principio de ver, crear vivencias, pues llegamos con el principio de vida Elohinista o Dioses, que le hemos llamado Elohinista Elionà.

Es muy importante donde uno nace y donde se cría, además los familiares, la educación y el ejemplo paternal es muy importante también, pues lo marca a uno en esta vida, esto se planea cuidadosamente antes de venir a nacer.

La primera es lo que se le llama la niñez y es cuando uno disfruta en sí de la vida, pues es ese periodo en el cual no hay malicia y uno vive en la libertad de nuestro ser El Yo (Enà) verdadero, es el soltar lo que era yo en sí y vivirlo en mi realidad, en donde la imaginación jugaba un papel muy importante. Por eso la niñez nunca se olvida, es nuestro fundamento como dije anteriormente.

Era genuino y pensaba por mí mismo, el sistema no había labrado nada en mi vida, no me había afectado, pues luego que el sistema nos forma, no podemos decir lo que sentimos, ni pensar cómo queremos, pues ya está formado  en un segundo ser,  de acuerdo a la religión, moral, cultura y política.

Yo era muy feliz en mi niñez y tenía paz.

Disfrutaba la naturaleza, las plantas, las flores, los animales y de la vida.

Esa etapa fue muy feliz, nunca la olvidare, la atesoro en mi corazón y me recuerdo de cada detalle, tampoco olvido a mis padres, mis abuelos y mis hermanos, mis tíos a quien admiro mucho y fueron ejemplo para mí y como que yo soy una continuación de ellos.

La segunda etapa fue el aprendizaje aprender a vivir en el sistema, esta es la más dura, entender las ciudades, lo artificial y deslumbrante, esta empezó en la escuela, en la sociedad, en las amistades y duro por todo el sistema educativo y religioso, me enseñaron muchas creencias, que no se podían discutir, pues  eran así.

Me enseñaron que había un Dios, que había que temer y servir, lo cual no conocía antes, me enseñaron el pecado, y muchas reglas de conducta, lo que era bueno y que era malo, esto quito la función de mi conciencia, pues antes para no existía ni el jiennense ni el mal.

Esto me llevo al seminario, donde me enseñaron la religión y salí
cargado de conocimientos, supersticiones, cargas y culpabilidad, temor y obligaciones responsabilidades y cosas que tenía que hacer por obligación, aunque no las sintiese.

La tercera etapa fue el trabajo para poder subsistir, tuve que trabajar en Cuba de oficinista, de administrador, en Estados Unidos
de ayudante de Albañil, trabajador de fábricas o factorías , vendedor ambulante, punch pres operador, soldador, limpiador de cristales y Janitor de una escuela, cargador de comida en los aviones, en los aeropuertos y de supervisor o forman.

Puesto que hay que trabajar día y noche para poder mantener la familia
y la educación de los hijos.

Esta es la esclavitud y el robo más grande por causa de los salarios
de hambre que se pagan, esto lo hice hasta que completé mi educación
en Estados Unidos, esto me enseñó a ser fuerte, tesonero y no dejarme vencer, sino superarme a mí mismo y que el sistema de esclavitud se puede vencer.

La cuarta etapa fue llegar a la madurez, cuando uno llega a esta etapa, empiezan los interrogantes, las inquietudes y uno empieza a cuestionar la validez de lo que uno cree y la legitimidad del sistema, religioso, moral, social y político y empieza una búsqueda de la verdad y realidad de la vida que uno siente en su interior, pues allá en lo profundo hay un descontento y una urgencia para encontrar la realidad del existir.

Entonces se empieza a romper tabúes y esquemas y dejar los miedos y uno comienza a investigar, y mirar que habían formado en otro diferente, que no quería ser, ni entendía, pero había que serlo y eran como cascaras que tenían que quebrantarse y caer de nosotros.

Quinto explorar el mundo y culturas, al comenzar a viajar y conocer personas, culturas, diferentes creencias y religiones, maneras de pensar, nuestra mente se fue ampliando. Empezamos a ver otras alternativas, otras posibilidades, allí pude ver que el hombre es un Ejad y que se necesitan mutuamente, pero que el sistema nos ha separado en naciones, culturas para debilitarnos.

Pudimos ver que de una manera u otra todo del mundo, que estaba bajo un
mismo sistema, pero en diferentes formas y de esta formas controlarnos y manipularnos

Sexto escoger lo que soy, ahí fue donde la búsqueda exterior ceso, y regrese a mí mismo a buscarme hasta encontrarme, pues cuando uno se encuentra a sí mismo, encuentra al Bendito Sea (Qudsho Berij Hu) pues Él es nuestra esencia.

Empecé por explorarme a mí mismo y ahí pude encontrar mis respuestas, que las que traje cuando niño y las había perdido, me acorde de las enseñanzas del Maestro, que teníamos que volver a ser niños en ese niño hay un Mesías, un Elohim, esta nuestra esencia y naturaleza.

Ahí fue donde encontré la realidad del Amor (Ahavàh), la Vida (Jaim), la Luz (Or) y la Paz (Shalom), la vida Oraita Ivrá Yaquerá.

Séptimo, hacer lo que estoy haciendo, cuando uno entra a esta realidad tiene que hacer grandes decisiones al romper con el sistema y no pensar como él, nos cuesta pensar fuera de la caja.

Aunque uno está entre las personas y convive con ellas pensamos diferente y actuamos diferente.

Son tres decisiones muy importantes que hay que hacer, primero es encontrarse a sí mismo, segundo ver y entender quiénes somos, tercero atrevernos a serlo y aún serlo.

Y esto afecta en lo religioso, lo social y lo económico, pero me atreví a hacerlo y ahora estoy haciendo esta gran y titánica labor.

Esa labor ha sido y está siendo muy difícil, porque es poco comprendida, pero ha sido una bendición para mí, entenderlo a Él en mí y fuera de mí, que Él está en todo.

Al partir de nuevo a mi familia, pues ahí regresamos, me llevo un caudal de conocimiento y vivencias, cosas que necesitaba experimentar, vivir en un pulido refinado, para poder brillar mejor.

Hoy tengo 78 años y me quedan algunos años acá, pero a mi regreso me llevo u bagaje de experiencias incalculables, riquezas que se añaden a mi hoja de vida y servicio universal.

Este legado ha sido una vivencia de Luz Yaquerá Ivrá Oraita a prueba en las condiciones más extremas.

Y dejo un legado sembrado que dará fruto y se cosechará en muchas vidas que continuaran a perpetuidad.

Yo fui el producto de un legado anterior y lo seguí y otros continuaran con este legado.

La vida es un Ejad que hay que armonizarla.

Somos parte, ahora si como se dice acá una Creación Nueva, se está creando de lo que siempre ha existido, con algo que no había existido, explico partes que se están juntando, que existían pero no estaban en el lugar que tenían que estar, pues es algo vivo dinámico y nunca visto.

Es el ser Ivrá en formación, es Yakera Oraita brillante del fulgor del fuego y preciosidad de piedras preciosas vivas por donde se puede andar y pasear y apreciar su belleza.

Ahí y solo ahí esta el catálogo de los seres Ivrá héroes, aclamados y elevados, honrados que conforman el verdadero oro viviente, las perlas y las piedras preciosas vivas.

Allí se podrá experimentar el Amor a su plenitud, la Vida en su realidad, la Luz en su intensidad y la Paz en su sentir ilimitado.

Solo allí terminan los deseos los anhelos, la esperanza, la fe, las preguntas y la búsqueda en ese ser completo, esta la plenitud del todo y todo y todos y la respuesta a todo.

Esto no es religión que liga es una realidad que se vive. Entonces vemos que el dolor no lo era y era solo el proceso de no estar en esa realidad interna y la comprensión de lo externo.

Entonces comprendemos que lo que aprendimos del sistema, también nos enseñó una sola cosa, que fuera de esta realidad no vale la pena vivir.

Y que solo esa realidad interna es la que tenemos que seguir, hasta que salga ese ser integral infinito de los héroes Ivrá.

PEDRO R. ORTIZ – EL MAESTRO – TZUR YAQUERÁ

Y el Maestro Eliyahu Kjanokj

Mensajeros de Luz – Ivrá

5 de Enero del 2017

Traducciones por Eliyahu Kjanokj  

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