Los grandes cambios

Los grandes cambios

Los que buscamos la realidad de la vida, nos encontramos con varios obstáculos en nuestro camino. El primero es con nosotros mismos, nos hemos formado en un marco religioso-moral muy estrecho, y cada vez que deseamos avanzar nos encontramos con los límites que nos han impuesto, y pasar esos límites nos da temor e inseguridad.

Y desde luego tenemos muchos deseos de conocer y aun más ser libres y sentirnos realizados. Por eso es que queremos que otros nos den las respuestas a nuestras preguntas. Pero no es asi.

Podemos contemplar también que la sociedad religiosa nos ha puesto en un corral, muy estrecho, así como a las gallinas en la avicultura, y entonces somos víctimas de la necesidad de producción masiva.

Hemos llegado a ser los instrumentos para que otros se enriquezcan no importándoles nuestra condición.

Por ejemplo un ave que está en una pequeña jaula, la pusieron desde su infancia, allí creció, y si la sacan de ahí tiene temor pues no se puede valer por sí misma, y sería una presa fácil de los depredadores, así vive condenada a la esclavitud.

En todos los años que he trabajado alrededor del mundo, y estando en el liderazgo espiritual, he llegado a la conclusión, que como las aves en el invernadero  de producción avícola, por ahora  es muy difícil sacar un ave de allí, se gasta mucho tiempo en rehabilitación.

Lo importante ahora, más que nada es cambiar el sistema, hay que empezar un nuevo método, el cual fue diseñado, por los arquitectos Elohim. Un campo de libertad sin límites y fronteras donde podamos experimentar el ambiente de la libertad y albedrio, y nos podamos desarrollar y alimentar por nosotros mismos sin ser manipulados, de esa manera se produce más y todo el mundo se beneficia.

Este trabajo es el que he empezado a hacer, siempre he tenido que ser punta de lanza, abriendo brechas, para el beneficio de la humanidad.

Es muy claro que no lo puedo hacer solo, para esto se necesita, una economía espiritual fuerte, mejor dicho un grupo de maestros, comprometidos a ser guías y no manipuladores, y aun más dispuestos a un trabajo que no nos beneficie a nosotros ni a intereses religiosos de cualquier índole, más bien nos dediquemos al progreso, y a los grandes cambios que se nos avecinan.

Tenemos que forjar  escuelas, no para ensenarles teología en sí, mas buen para ensenar a las gentes a ser libres, a vivir libres, ejercer su albedrio, que no sean dependientes, más bien productores.

Los ministerios religiosos han llegado a ser un modo de vivencia, y nunca sueltan a las personas pues le son necesarias y las hacen dependientes. Y ellos se hacen indispensables.

Entonces no inculpemos a las personas, más bien al sistema religioso que ha creado plantas parasitas que depende de las otras.

No debemos de preocuparnos por nuestro modo vivendis, el Bendito Sea, ha provisto muchos medios para nuestro sostén sin que podamos depender de ciertos intereses.

Los grandes Maestros tales como Yahshuah y otros nunca dependieron de nadie no pertenecieron a ninguna religión organizada, o grupos selectos.

La razón siempre ha sido, los grandes ministerios se vuelven una maquinaria que se nos sale del control, y no se puede reformar ni cambiar, y nos aprisiona, y llega a ser nuestro peor enemigo. En vez de nosotros usar la maquinaria, la maquinaria nos usa.

Esa ha sido aun mi propia experiencia, y esta fue la razón porque he empezado de cero, no formando nada, ni esperando nada, más buen con el deseo de dar y no de recibir.

Al principio fue duro como todos los principios, pero ya vamos marchando en este nuevo despertar, no buscando seguidores, más bien como los grandes libertadores que dieron su vida por la libertad de sus países.

Si vivimos libres fue porque algunos lucharon, se sacrificaron, y hasta dieron sus vidas por nuestra libertad.

Siempre existen los pesimistas, pusilánimes, los burladores, que nos dicen locos, o desubicados, aun nos han llamado rebeldes, pues se sienten bien de ser víctimas de un sistema, y haciendo victimarios a otros.

No estamos tratando de destruir nada, ni quitar nada, no queremos ser tornado que arrase con todo, y entonces causamos más daño que beneficios.

Hace tiempo conocí, a un gran amigo Enrique Molina, el tenia la visión de una ciudad de luz, y una vez en un retiro en la playa en Guatemala, hablamos mucho sobre como tenía que ser una ciudad, y que las ciudades actuales, su diseños más  bien era para decirnos, como no debe ser una ciudad.

Hablamos como se sufre en una ciudad, los obreros, el transporte, la educación, los abusos, y tantas cosas que conocemos que las grandes ciudades, han llegado a ser cuevas de ratas, y son bien inseguras y peligrosas, casi más que en una jungla.

Enrique no planeo destruir las ciudades existentes, más bien planeo hacer una ciudad diseñada como debe de ser y dar el ejemplo, así se construirían 200 ciudades modelos en el mundo.

También se pregunto de donde saldrá el dinero, esa no fue la pregunta, pues la respuesta es sencilla, cuando estamos en la línea del plan de los Arquitectos Elohim, todo aparece como en el caso de todos los sueños realizados en las maravillas del mundo.

Para hacerle la historia corta ya el primer modelo de la ciudad de luz casi está terminado. Lo pueden ver en la página web, ciudadeluz.org.

Muchas gentes se le unió a Enrique, esa locura que las gentes decían se hizo realidad, pues estaba en los planes divinos.

Así es nuestro trabajo ahora pensar lo que no se ha pensado, hacer lo que no se ha hecho, comenzando de cero, pues este mundo en esta en un proceso de cambio, y tenemos que unirnos a él, en el fluir divino del Bendito sea.
El sistema alimenticio, tiene que cambiar, debido a esto se está eliminando a la población, el sistema de transporte tiene que cambiar, la vivienda, el sistema de cosechas, el educativo, político, social, religioso, en  otras palabras tiene que haber un cambio radical.

Ese cambio se hace, no derrumbando nada, el solo se cae, solo que tenemos que trabajar rápido para tener la alternativa lista.

Estamos diseñando un plan educativo, estamos ensenando a las gentes como elevarse espiritualmente, y no es cambio de religión, es un cambio interno, es llevar a las personas a la realidad de quienes son, de encontrarse a sí mismas, a perder el miedo a estar equivocados, a atreverse a caminar por sí mismos, ser originales y no imitadores. Encontrar las respuestas por ellos mismos y no esperar que se las demos.

Queremos que las gentes salgan de ese estrecho marco de vida, que  sean libres, llevarlos a una alimentación integral. a las praderas de pastos verdes, y ríos de aguas vivas, y se verá un crecimiento muy rápido. El asunto es que las gentes dejen la violencia el partidarismo y vivir en amor y en la paz. Que sepan cuales son las columnas de la vida, AMOR,VIDA,LUZ,Y PAZ.

Entonces la sociedad espiritual se volverá apartadora, sustituyendo, las agendas políticas y partidarias, por el bien de la gran comunidad de nuestro sistema solar y aun de nuestra galaxia.

Dr. Pedro Ortiz, Maestro de luz. Santa Ana Junio 30-2012