MIRÉ UN SER HERMOSO
Miré un ser hermoso
Que volaba en mi Jardín
Su volar muy poderoso
Y su brillar era sin fin.
No pronunciaba palabras
Entendía su sublime mensaje
Él me dijo: Todavía no abras
La puerta del aprendizaje.
Ábrela poco a poco y suave
Éntralos al mundo del saber
Y veras que ellos ya saben
Lo que tienen que aprender.
Tráele el lenguaje de imposibles
De lo no comprendido
En un sentir interior y sensible
Qué pocos han conseguido.
Vuelen sus recuerdos y anhelos
Y su mente entienda ciencia
Pues en el saber no hay velos
Y el despertar de la conciencia.
Dr. Pedro R. Ortiz