Sobre Dios…

Sobre Dios…
Dr. Pedro R. Ortiz.  Noviembre  23, 2011
Cuando hablamos de “Dios” pensamos en “Él” desde una
perspectiva  mental de acuerdo a nuestra cultura  o de
acuerdo a nuestra  religión. Pensamos en “Dios” según
pensamientos ya preconcebidos que hemos tomado de
la cultura y  la religión en dónde nos hemos desenvuelto a través de nuestra vida.
Nuestra forma de pensar en este mundo es según el ambiente que nos rodea, nuestro entorno, entonces nos
imaginamos que las cosas en el Olam* ( El universo) son iguales , según nuestros conceptos, lo cual es error. Las
cosas en el Olam no son según nuestros conceptos que hemos adquirido en la cultura y las religiones que se
viven en este mundo.
Hay miles y miles de universos y miríadas de formas de vida.  Y cada una se expresa y se proyecta de diferentes
maneras de acuerdo al ambiente y las dimensiones en donde se encuentran.
Hay seres que los podemos ver, otros no. Esto puede ser por múltiples razones. Sea por su gran tamaño o por
su pequeñez.  También hay seres que no podemos ver  por su vibración tan alta que los hace invisibles a
nuestros ojos. En realidad hay tantos seres, que no se pueden describir, por ser tan diferentes a nosotros; la
razón es que nosotros estamos en un mundo muy lento, denso y nuestro verdadero ser esta dentro de nosotros.
“Dios”,  como lo conocemos,  ¡no existe! Pensamos que Él es un ser individual, y que le debemos rendir culto,
alabanza, y aún más, que si no hacemos lo que Él nos manda, nos castigará. Creamos así en nuestra mente a
un ser “súper egoísta y tirano”,  “despiadado”,  que nos tirará al fuego para sufrir  por una  eternidad por no
hacerle caso. Y a los demás, a los buenos,  que le hacen caso,  los premia y los tiene en un mundo muy
hermoso. Ese concepto de “Dios” y esa “falsa cultura de Él”, ha llevado a los seres humanos  a hacer desastres.
Por tales conceptos, los líderes espirituales han manipulado y controlado a la gente, bajo una cultura que le
podemos llamar “la cultura del miedo”.
Esto es lo que realmente sucede cuando estamos en comunión con “Dios”. Cuando le alabas  o le das gracias,
no estás elevando tu mente un individuo. Mas bien, estas conectando tu espíritu a un TODO, del cual,  tú eres
parte activa.
Y los logros de ese TODO, son el esfuerzo colectivo. Cuando fracasamos o erramos, siempre hay oportunidad
de corrección, para que el TODO funcione, en ese gran engranaje de la vida.
El Dios que yo conozco es amor, vida, luz y paz, Y es un TODO, o un punto en donde todo se reúne en lo que
podríamos llamar un Ejad*.  IAHWEH*, o  EL GRAN TODO, del cual todos somos parte activa.
Somos seres emanados de ese TODO con total libertad para ser libres como Él. Seres con conciencia para
discernir las consecuencias y las limitaciones desde donde nos estamos proyectando.Además como somos parte del ese “Gran Engranaje”  de lo
que podemos llamar “vida”,  cada uno tiene una parte que
desarrollar para el bien de nuestra propia vida. A esto se le
ha llamado “predestinación*”.
Somos individuos libres,  pero no
somos seres  con vidas individuales.
Somos parte de algo y pertenecemos
a algo.   ¿  qué es ese  “algo”?  Ese
“algo” es UN TODO, UN EJAD, ES LO
QUE REALMENTE ES DIOS, ES LO QUE
REALMENTE ES IAHWEH.
La vida,  la luz,  el amor,  la paz,  son
muy dinámicas, siempre activas y
estas se proyectan en infinitas
formas, siempre de acuerdo a la
función de cada una de ellas.
Respecto a ello yo diría,  son las
diferentes piezas de ese engranaje
universal.
Cada ser tiene algo específico pues
tiene esos elementos de la  vida. Y
en esos elementos esta su  naturaleza.  Una naturaleza funcional  y dinámica.  Con un propósito específico en
cada proyección.
Es concepto de “castigo” es un error. No hay castigos en la vida. La vida solo tiene  tres elementos que son:
amor, luz y oportunidad. El amor es corrección, la luz es dirección y la oportunidad (rega*) es la ocasión, el
momento permitido para lograr esa “rectificación de los errores” que al final es lo que genera la  “paz”.
Los conceptos Kairos y Kronos vienen del griego, aluden a lo que aquí llamamos Rega que en Hebreo,  quiere
decir: oportunidad de rectificar en el tiempo.  Cuando hablamos entonces del tiempo (Kronos) hablamos
entonces de la “oportunidad de rectificar”. Por su parte, Kairos, es la medida del tiempo,  que tradujeron
“tiempo de la vida”.
Nuestra existencia consta de decenas de años. Pero “la vida” no tiene años, y al terminar nuestra existencia, la
vida muta y nace en otra.
Estamos acostumbrados a los días, a los meses, a los años, los cuales son las medidas del tiempo acá en
nuestro mundo, y asi,  pensamos que eso es el tiempo. Tenemos un dispositivo para medir el tiempo: el  reloj.
Usamos también un calendario el cual marca las  fiestas, los Shabats*, Rosh Kodhesh* y hacemos ritos y pensamos
que con eso nos basta.La realidad es que los “Maestros” emplean millones de años de nuestro tiempo,  para ayudarnos en nuestra
corrección y entendimiento de proyección en el Rega de la vida. Todo se tiene que desarrollar en la rueda de
la vida, de acuerdo a su desarrollo y crecimiento.
Las distintas esferas donde se planta la vida, depende de su duración y su oportunidad (Rega).  Esto  lo podemos
ilustrar similar al modo en que nosotros escogemos en donde invertir en nuestra vida. Por ejemplo si plantamos
un grano de trigo en una grieta de una súper carretera, la espiga de trigo va a nacer, pero no va a durar mucho
tiempo. Pero si lo plantamos en un campo fértil, la espiga va  a perdurar y aún, va a aflorar y dará muchos
frutos.
De esta manera aquello que llamamos  “fracasos”, no son castigos, sino  son maestros que nos enseñan cómo
se hacen las cosas de manera correcta,
Los Maestros tienen mucha paciencia,  pues tienen el “Gran Gilgul*” o la “Rueda de la Vida Total*”,  medida infinita
para que podamos llegar colectivamente a nuestra misión.
Recuerden que ellos, no trabajan en el tiempo y el espacio,  sino usan su gran instrumento que es el “Rega*.”
Por todo esto,  es de vital importancia entender los conceptos de “árbol de la vida”, “rueda de la vida” , “deseo
de recibir”, “pan de la vergüenza”. Todos ellos son rega* (oportunidad de corrección para hallar la paz) .
Las personas de este mundo, están tan desorientadas acá, en este nivel, que buscan algo o alguien a quien
seguir. Buscan  alguna creencia que les ayude. He conocido a muchos que están en esta etapa. No tienen
convicciones propias, sino se guían por lo que han recibido de algunas enseñanzas y esto es lo que siguen,
estas enseñanzas por muy buenas que sean finalmente los desviaran de la esencia de su propia vida.
Y, ¿cuál es esta esencia de su propia vida? Saber cuál es su propósito y su misión.
Para tener conocimiento de nuestra misión, primero tenemos que ir adentro de nosotros mismos. Pues allí
está el verdadero “Yo”, esto es, saber quiénes somos. Y al saber quién eres, sabrás cuál es tu misión.Muchos me han preguntado ¿cómo puedo yo saber quién soy?
No lo sabrás así, pues se lo estas preguntando a otro,  y no a ti mismo.
O estas usando una fórmula de otro, y no la tuya.
Eso es comer lo que otro te ha dado, que en su mayoría,  son sobras.
Los maestros estamos para ayudar a las personas en este punto. Y guiarlos en este camino. No para dictar “las
propias convicciones del maestro como norma a seguir”.
Para conocer a Dios, tienes que conocerte a ti mismo.  Y allí está la puerta de conocerlo a Él,  como UN TODO
Y EN UN TODO.
En esencia no existe el bien y el mal, sino la vida que tiene  tener un balance. Ese balance se encuentra en la
balanza de lo positivo y lo negativo,  de acuerdo a las estructuras del Kadham*.
Lo que no se puede hacer en un mundo, en el otro es parte vital.  Lo que prohíbe la religión, puede ser la
prescripción de lo que tenemos que hacer para encontrar sanación y libertad.
Todo es muy complejo y sólo se puede “comprender” este aspecto de la realidad, entrando en la rueda de la
vida, conociendo su estructura y siguiendo nuestro camino dentro de  ella.
Toda religión es un impedimento para el verdadero “desenvolvimiento y despertar espiritual”, por muy buena
y verdadera que sea. En las buenas religiones esta todo,  pero tenemos que hacer como se come una gallina.
Hay que limpiarla, tirar las vísceras, las plumas, los  huesos y solamente comerse su carne.
Toda religión tiene cosas buenas,  pero también tienen mucha “paja”, es decir, cosas inservibles, lo cual es la
mayoría.
En la estructura del Kadham*,  lo que hacemos es,  buscar dentro de ese pajar, lo que verdaderamente es real.
En algunas religiones casi toda la doctrina y ritos son casi toda paja.
Otras religiones si conservan algunas verdades.
Para alimentarse de la verdad y llegar realmente a la verdad no debe de haber nada de “paja”, como el  ejemplo
de la gallina.
¿A dónde está la estructura del Kadham*?  En los misterio de la vida, la luz, el  amor y la paz. Ellas  están en
nuestro verdadero Ser. Por eso los grandes filósofos y las escrituras dicen: “enseñaste a ti mismo”. También
dicen  “tú que enseñas a otros, no te enseñas a ti mismo”.
Este pensamiento  de enseñarse a sí mismo aparenta ser negativo, cuando en realidad es muy positivo,
pues es la base de la sabiduría personal  y el secreto de  encontrar nuestra misión.
Continuará.